La intención de los ganaderos de la región de exportar ganado en pie a Chile, expresada incluso por el gobernador Omar Gutiérrez durante la última apertura del período legislativo, sólo será posible de concretar cuando el vecino país reconozca a Neuquén como zona libre de la enfermedad de la lengua azul.
Según averiguó Río Negro, la situación es analizada entre ambos países, cuyas cancillerías están negociando el Certificado Veterinario Internacional indispensable para habilitar el comercio transfronterizo. Aunque se advirtió que los tiempos que ello acarrea son “lentos”, la expectativa de obtener ese estatus sanitario por parte del vecino país en el mediano plazo es “razonable”, atento a que no existen registros de esa enfermedad en este territorio, de acuerdo a lo manifestado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de este país (Senasa).
La enfermedad de la lengua azul es producida por un virus que transmite una especie determinada de mosquito y su efecto en los animales es similar a las lesiones provocadas por la fiebre aftosa. En la Argentina, sólo se han registrado casos aislados en la región mesopotámica (ver aparte). El mosquito vector de la enfermedad no habita en esta región. De hecho, Chile ya reconoció que las provincias de Tierra del Fuego, Santa Cruz y Chubut carecen de ese mal. Faltaría ahora que de el visto bueno para la zona patagónica al norte del Paralelo 42°, donde se dan las mismas condiciones ambientales, sin incluir el área de la Confluencia que tiene un estatus sanitario diferenciado. El coordinador regional de Sanidad, Calidad e Inocuidad Animal del Senasa, Gustavo Comesaña, explicó que en una reciente reunión con técnicos del Servicio Agrícola Ganadero chileno (SAG) se plantearon diversas alternativas sanitarias para destrabar el inconveniente. El compromiso asumido por la comitiva del SAG tras el encuentro, que tuvo lugar en Buenos Aires los primeros días de marzo pasado, fue que “se daría una respuesta formal en el transcurso de este semestre”. Sin embargo, los miembros del SAG tenían por misión confirmar en su viaje que se cumplieran los requisitos de zona de libre aftosa sin vacunación y evitaron tratar lo ateniente a la enfermedad de la lengua azul. “Les explicamos que en la región no hemos trabajado sobre esa enfermedad porque no existe, lo que ya es sabido por todos”, explicó el coordinador.