Los distribuidores de insumos para el campo, dueños de las tradicionales agronomías para el sector, están preocupados: según estimaciones propias, en el primer trimestre de 2015 tuvieron una caída en las ventas en torno del 30%. La contracción obedeció a la pérdida de rentabilidad de los productores a causa de la baja de los precios de los granos, la presión impositiva y la intervención en los mercados de trigo y maíz, que traba la comercialización de estos productos. Además, en la tendencia influyó la situación climática en la campaña, que hizo que unos productos tuvieran menos salida que otros por el ataque de plagas y enfermedades que se registró. El freno contrasta con la situación productiva, que en el caso de la soja muestra una cosecha récord y con súper rindes en muchas regiones. El dato sobre la merma en las ventas fue confirmado en diversas cámaras de distribuidores del interior del país.
Fuente SRA: La Nación/iProfesional