Cuando terminan los arreos de bajada de veranada, el campo neuquino entra en un ritmo de trabajo vinculado con el destete de terneros, el traslado a zonas de engorde y la detección de preñez. También se llevan a cabo tareas de sanidad animal, como las vacunaciones que se realizan en el ganado vacuno contra la brucelosis, en todo el territorio provincial.
Cecilia de Larminat, una productora del centro de Neuquén explicó: “El otoño para nosotros es la época de cosecha en la cría, porque separamos los terneros de las vacas; en abril se produce el destete, que coincide con la bajada de la hacienda de las veranadas. Aprovechamos que termina el verano y buscamos aliviar a la vaca que está preñada para que no esté con su ternero demandándole leche mientras transita nuevamente su preñez”.
Siempre se aprovecha el recorrido para hacer tareas de sanidad, como vacunas, desparasitaciones, también caravanas y marcas a los terneros nuevos. El Veterinario Joaquín Ferrería, que reside en San Martín de los Andes, desarrolla sus labores, como muchos otros veterinarios neuquinos, en distintas zonas de la provincia: “Trabajo en establecimientos ganaderos dedicados a la producción bovina de la provincia de Neuquén, desde el centro hasta el sur, sobre todo en la zona cordillerana”.
Ferrería explica que mayo es un mes muy movido, porque se terminan los tactos y diagnósticos de preñez y se vacunan las terneras contra la brucelosis. “Este año fue bastante bueno, las vacas estuvieron en buena condición, los resultados de preñeces y destetes fueron buenos, y si bien cada campo es distinto, podríamos decir que en general fue así”.
Los veterinarios en este momento centran su trabajo en el diagnóstico de la preñez, que es muy importante, ya que permite hacer un manejo del campo adecuado y eficiente. Se ve la condición corporal de la vaca para soportar las bajas temperaturas, para criar un buen ternero y lograr la preñez al año siguiente.
Con el destete las vacas dejan de amamantar, y eso las ayuda. Los terneros de la zona se van a engorde, aunque hay una tendencia en algunos establecimientos a recriar esos terneros, para lograr un mayor valor agregado, más kilos y poder vender en distintas épocas del año, distribuyendo los ingresos de esa manera.
Por su parte, el veterinario juninense Joaquín Ladrón de Guevara, a su regreso de Sañicó luego de hacer detección de preñez a unas 700 vacas, explicó que mayo es el momento para hacerlo, ya sea a través de tactos o ecografías. “Es necesario saber qué vaca está “embarazada” y cuál no, para conocer a futuro cuántos terneros van a nacer y, por ejemplo, evaluar la cantidad de pasto que va a necesitar el establecimiento productivo para alimentarlos. Ese diagnóstico permite también reconocer a las vacas vacías, que luego saldrán a la venta”.
Matías Palma también es médico veterinario, vive en Loncopué, y distribuye su trabajo a lo largo de toda la provincia, desde el sur en Junín de los Andes, Aluminé, Las Lajas, Loncopué, El Huecú, hasta Tricao Malal, al límite con Mendoza. “En este momento estoy terminando con las tareas de tacto de todos mis clientes, me queda algo durante el mes de mayo. También aplicamos las vacunas contra la brucelosis. Son las dos tareas que más se hacen en este tiempo. Sanidades que recomiendo hacer junto con el tacto, vacunaciones, desparasitar”.
Palma cuenta que “en la zona centro de Neuquén la situación del campo fue un poco mejor este año respecto al anterior. Por ejemplo, en Loncopué y Ñorquín, que son muy ganaderos, fue un año más húmedo y esto se nota en la condición de la hacienda y el desempeño reproductivo. En el sur fue un poco más seco y se mantuvo con respecto al año pasado. En general fue un buen año, porque llovió un poco más”.
Por su parte, Sebastián Girolamo, médico veterinario de Chos Malal, donde trabaja desde hace 20 años, dijo que “se nota que cayó un poco de agua y las invernadas están mejor que otros años. Las veranadas están peladas, y los animales bajaron antes de tiempo. Esta es una zona muy seca”. Luego añadió: “Aquí trabajo mucho con pequeños productores, y se notó en este año de pandemia que la gente está con menos dinero para invertir en sanidad y se trasluce en su hacienda. Sobre todo la de los chiveros y ovejeros”.
Girolamo añadió: “En nuestra zona hay menos productores bovinos, pero sus animales se encuentran en buen estado. Aquí terminamos de enviar terneros para engordar luego del destete, y estamos realizando los trabajos de tacto y detección de preñez, y aplicando el plan sanitario de vacunación señalada”.
El otoño transcurre en los campos neuquinos entre trabajos de corral y previsión para el invierno. Pero también los colores cambian, los árboles dan frutos y las tareas se multiplican. La sanidad de los animales y la detección de preñez son los protagonistas en mayo, entre un montón de actividades camperas que se realizan en el interior neuquino, donde la tradición y los saberes pasan de generación en generación.